Musa Primavera.

Despertar de nuevo con tu bendición,
Con tu pelo adornado de amapolas,

Oyéndote respirar a mi lado derecho,
Y el rocío de la mañana en tu cara.
 
Sangre caliente la de tus jóvenes venas,
Como mi cama en los amaneceres de tu sol,
Los fríos versos de invierno se marchan,
Para dejar paso a tus ruidosos besos,

Madre de todo los niños,
Novia mía y del mar,
Hermana del verano.

 
Déjame enamorarme de tu verde piel,
En mi soledad contigo y con mi pluma,
Déjame que de tu inocente mano pasee,
Por la orilla de las vírgenes playas,
 
En la noches de jóvenes amores,
Oliendo a incienso tu bienvenida,

Una flor de tu pelo te regalare,

Y te abrazare fuerte amada primavera. 

Luz tenuez de tus encantos.

Se abría la puerta blanca de los secretos,

Una luz tenue abrazaba tus verdes ojos,

Retratando el alma de los placeres más bellos,

El fuego lo ponían las velas y la luz nosotros.

Del silencio de la oscuridad sonaba una voz,

Sonrisita  la de tu sentidos al escucharlo,

Al escuchar un recuerdo que se unía a un hecho,

Hecho que es la magia de los días mas nuestros.

Un verso de un dios en la tierra llamado poeta,

Un verso era cada segundo cada caricia nueva,

Un verso que de plata se hizo en la historia nuestra.

Y de la fuerza de nuestros labios se hizo la mar,

Mar en la que nos reflejábamos como un cristal,

Rayo de luz aparecía solo para iluminar tu pelo,

 Sirena desnuda enamorada de tu marinero.

Añorando viejos poemas cada noche lunera,

Volvías musa mía a mi pluma a la luz de las velas,

Al ritmo de un quejido sonámbulo aquí estas,

Vuelve siempre para que mis palabras de nuevo lluevan.

Que tu tiempo se pare al en mi pensar.

Un paso más hacia la mar,

Entre la fría arena seco,

Mirando el horizonte oscuro,

Por el que soñar una vez más.
 

Ya no buscas mi piel gravada,

Ya mis versos no te enamoran, 

Ya no rompes mi silencio más.

Porque te escondes detrás de la cortina,

Encogiéndose de soledad mi cuerpo,

Mi alma infiel de mi cuerpo lo abandono,

Para hacerte dueña de sus cadenas.

¿Cuándo Volverá  aparece tu voz dulce?,

¿Cuándo Volverá tu cuerpo con voluntad?

¿Cuándo Volverán las palabras inocentes?

Dañado entre dolor que no observas,

Aquí  revienta otra vez mi copa,

Y con mi imperfección a esperar,

Que tu tiempo se pare al en mi pensar.

Entre locura bailando.

Al mirar entre mis miedos,

Tú te encuentras,

Entre locura bailando,

Y mi tumba,

Recorre mi cuerpo eterno,

Llena mi alma,

Mientras vacía mis sentidos,

En mí que buscas,

En ti prohibido pecado,

Tus palabras,

Que enamoran mis labios,

Envolverán,

Mis inspiraciones tanto,

Que de ella,

Salió este blanco verso.