sábado, 17 de diciembre de 2011

Almas de damas.


El apellido de la belleza pura, 
La fantasía de la cama vacía,
Amante de la perfección infinita.

El desierto del delirio de la noche,
El aliento blanco de señora, 
La entrega de su alma viva.

La perfección negada, brillo de la luna,
Ase iluminar el vacio corazón del hombre,
Hasta hacerlo estallar en besos prohibidos.

La mujer es el pecado, sombra solo de madres,
Ase del silencio nacer un llanto de su vientre,
Hasta es la única que ase llora a su semejanza,

La mujer mundo deshabitado por dios en el cielo,
Si dios hubiera tenido madre, compañera e hija,
No hubiera condenao a la mujer del paraíso,
Al infierno que a creado el hombre a su destino.

Por eso dios hizo de una virgen María,
El dolor y el calvario de una madre,
Para contarla en sus libros de llantos, 
No creeré en quien no conoce y castiga;

Los besos largos en su piel,
Las melenas al viento de dama,
La sonrisa tentadora de su cama,
Los ojos con mirada de ángel.

Cuando nació y creo la historia,
 Todo poderoso en cielo y tierra,
Capaz de hacer mover montañas,
No fue dios, sino la mujer.

domingo, 11 de diciembre de 2011

El silencio del levante,
La húmeda de miradas,
La pluma en el tintero,
El pulso en la garganta.

La lluvia en mi ventana,
Abandonada de tu calor,
Empañada de mi miedo,
Fruto de lágrimas grises.


“Como poder  enveses con humildad Sin que tus labios,
Me persigan y me vuelvan a encontrar
Donde los dioses saben ya que no nos pueden castigar
Porque  en tu cama nos asemos inmortal.”


Y que los dioses sigan buscando nuestros lamentos,
 Yo seguiré buscando tu piel de seda en tu cama,
Mientras tú buscas entre esas sabanas mis labios,
Embriagada por el bonito color del cielo en el que estamos.


Las noches de nuestro cielo, 
Las tardes de tu sutil sonrisa, 
Son las que aunque la envidia apuñale, 
Lo nuestro, perdona, es inmortal.