lunes, 19 de septiembre de 2011

Princesa.



Entre la oscuridad de mi ventana y la luna,
Me enseñaste tus verdades de dama divina,
Son algo más lo tuyo que oscuros lamentos,
Son mi pecho contra un barranco de pensamientos.


Barranco que si caes pierdes toda locura sincera,
Locura que mantiene un corazón de vino con sabor,
Mientras espera sentada se despide de la cordura,
Con  un trueno sin una gota de agua del cielo.


Y en mi despertad de angustias suena tu llanto,
Que con el brillo de mis luceros borrare de los tuyos,
Para que vuelvas a amanecer en ese mundo de primavera,
Mundo creado de nuestras noches oscuras en mi ventana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario