Las tardes vivas de esa llama,
Aquella brisa en tu pelo,
La puesta en tus ojos brillando,
El castillo de las promesas.
Tu mirada sonríe a cada paso,
A cada calle es nuestra la luz,
Sentados en cualquier lugar,
Sea la plaza que sea tiembla.
No resisto más esta locura mía,
Y tu corazón enloquece con la mía,
Tu belleza se funde en mil colores,
Y nosotros entre sueños y caricias.
Las olas buscan nuestro amor,
El sol que nos dejaba por el mar,
Que solo volverá a ponerse allí,
Cuando vuelva contigo y con nadie mas…
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